Dicen que la familia es la comunidad que desde nuestra infancia se
nos enseña los primeros valores que serán el sustento para la vida en sociedad
a lo largo de nuestras vidas como personas.
Nos hacen pensar que los adultos son los responsables de transmitir estos valores a los miembros menores de esta institución, pero lo cierto es que la mayoría del tiempo ni nosotros mismos como adultos tenemos las armas suficientes para saber confrontar muchos de las eventualidades que se nos presenta en el día a día.
Lo único cierto es que con el
tiempo aprendemos a crear relaciones
entre nuestros seres queridos, donde surgen todo tipo de vínculos, unos se
fortalecen con el paso del tiempo, otros
se renuevan a partir de todo tipo de experiencias o bien
algunas de estas nexos tratamos de olvidarlos o romperlos.
Pero lo cierto es que sea
cual sea nuestra determinada circunstancia en las buenas o en las malas o como
hoy en día que los valores sufren una de sus mayores crisis, esos lazos que
hemos creado con nuestros familiares
cercanos están construidos de materiales indestructibles como grandes
dosis de afecto, sentimientos e interés mutuos que van más allá de lo
comprendido por la razón humana.
Por este motivo sea cual sea la forma como esta constituida la familia,
vamos estar ligados de forma permanente a estos vínculos. La película nos muestra a un
ritmo muy pausado pero de forma muy sencilla y real, las circunstancias que
atravesamos todos los días todas las personas en el diario vivir.
La perdida de un ser querido, la deslealtad de un amigo, los problemas de autoestima, el respeto, la dificultad que tenemos todos para expresar nuestros sentimientos que provocan sentimientos guardados que nos hieren.
En fin todos esos hechos y
circunstancias que se transcriben en nuestras vidas generación por generación,
y que nunca podremos comprender como responder de forma mecánica antes ellos.
La película nos demuestra que
los valores de la familia no son inmutables, si no todo lo contrario, la
familia como institución es un organismo cambiante, que se alimenta y sostiene
de ella misma a través del respeto, la lealtad y el amor, valores inherentes
del ser humano.
Como moraleja final del
largometraje reafirmo que al final de los tiempos la única herencia que podemos
dejar las personas a nuestros seres queridos son todos esos vínculos o lazos
formados con nuestros seres queridos. De esta manera voy a utilizar
una de las frases que más me llamo la atención de la película, “Uno no se puede
divorciar de la familia”.
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2 comentarios:
Tenés completamente la razón en este artículo. Uno no se puede divorciar de la familia, no la puede dejar atrás. La familia -a diferencia de lo que piensan los moralistas- es un sistema que se construye día a día, que se construye con las pequeñas y grandes acciones, que en los malos momentos se pone a prueba y saca lo mejor y lo peor de sus integrantes. Los problemas que surgen a partir de la enfermedad terminal del abuelo y la cancelación del viaje, son ejemplo de ese tipo de situaciones límites, que ponen a prueba las relaciones. Una película muy discreta, de un ritmo pausado, llevada a cabo con oficio y sensibilidad.
Gracias Esteban por su comentario! concuerdo con usted es una hermosa película, le envito a sugerir el blog y seguirnos en facebook!
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