Hubo un tiempo en que vivir era un juego, un juego
hermoso y divertido, sonreír era gratis además de ser un gesto sincero, soñar
era una labor diaria cual paga era la simple satisfacción de hacerlo.
Hubo un tiempo en que la vida era amable con
nosotros, soñar nos invitaba a creer en tiempos mejores. En ese Tiempo en el
que a ciegas creíamos en la buena voluntad de Dios antes de que Dios mostrara
su verdadero rostro y para entonces todo se puso mal…
Hubo un tiempo en que soñaba como el más ingenuo que a mi edad iba alcanzar la felicidad plena alcanzando todos los ideales que en su momento fueron parte de mis sueños, pero la realidad es que la vida se ha encargado con el peso de los años de ir borrando mi sueño de infancia de vivir de una forma diferente.
Primero fue la inocencia de la infancia, luego la impericia
en la mocedad, lo que no me permitía ver con claridad que ese mundo que construí
en mis sueños pronto iba ser sustituido
de forma demoledora por un mundo lleno de codicia alimentado por los buitres
que lo habitan, esas personas que convierten tus sueños en fantasías
despreciables.
Mis ideales poco a poco se fueron arruinando,
desplomándose cada uno de ellos ante mis ojos en forma de grandes trozos de anhelos,
que caen a mi alrededor sin hacer eco en lo profundo de mis recuerdos.
A veces me
horrorizo de ver en el monstro que me eh convertido, como puede desistir de
esta manera a mis aspiraciones vendiéndome a un mundo insulso lleno de promesas
soseras.
Y cuando todo se convierte en desesperanza, y creo
que ya no vale la pena vivir de esta manera surge dentro de mi una fuerza
vital, tal vez por el temor de abandonar todos mis aspiraciones, y tener que
soportarme como un gran fracasado hace que recobre la coherencia y el rumbo,
lucho a diario por el vigor de mantener vivos esos sueños dentro de mi ser.
En mis sueños Dios perdona y el amor sana y me niego
rotundamente a dejar de ser joven e ingenuo, quiero hacer, usar y desperdiciar
sueños.
Y aunque tenga que probar todas las amarguras que me
proporcionara la vida no voy a dejar que la dura realidad se marche
arrebatándome los más inherente a mi ser…LA ESPERANZA.
“Hay sueños que no pueden ser, y hay temporales que
no podemos capear, soñé que mi vida sería tan diferente de este infierno en el
que vivo, tan diferente ahora de lo que parecía, ahora la vida ha matado el
sueño que soñé”
Extracto de la canción “I
dreamed a dream” de Claude-Michel
Schönberg para el musical “Les
misérables” de 1980.
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1 comentario:
Me encanta y me parece muy atinado el examinar si el proceso que uno atraviesa de "ajustarse a la realidad" y al "así se hacen las cosas" realmente sirve algo para hacernos quienes en principio quisimos ser y el mundo que queremos habitar, o no.
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